Clases sociales y lucha ideológica de clases.
La historia de toda sociedad hasta el presente, es la historia de lucha de clases, desde Marx y Engels conocemos que toda formación social esta compuesta de tres niveles específicos que son: el nivel económico, el nivel político y el nivel ideológico, estos tres niveles se articulan entre si en forma de una estructura global. Decimos que, en esta estructura global compuesta por tres niveles particulares, es siempre el nivel económico el que es determinante en última instancia es decir que es siempre el nivel económico el que a causa de sus modalidades, asigna ya sea al nivel político o al nivel ideológico.
Clases Sociales, son efecto del conjunto de sus niveles y relaciones, una clase social podría ser identificada, bien al nivel económico, bien al nivel político, bien al nivel ideológico, puede por lo tanto ser localizada en relación con un nivel particular. También puede definirse como un concepto que indica los efectos del conjunto de los niveles sobre los seres humanos que constituyen sus sustentadores.
Lucha de Clases, en el dominio de las relaciones sociales puede reflejarse por un desplazamiento el papel dominante a otro nivel de lucha de clases, Las clases sociales no están asentadas sino en su oposición las practicas de clases solo son analizables como practicas conflictivas en el campo de la lucha de clases, compuestos de relaciones de oposición, de contradicción en el sentido más simple del término. Para práctica científica de la historia del arte no solo es indispensable el concepto de clase social y de lucha de clases, sino también todos los términos que designan grupos sociales particulares como: categoría social, fracción autónoma de clases, fracción de clases y capa social.
La ideología, consiste en un conjunto de coherencia relativa de representaciones, valores y creencias: exactamente lo mismo que los hombres participan en una actividad económica y política participan también en actividades religiosas, morales, estéticas y filosóficas. La ideología concierne al mundo en el que viven los hombres, a sus relaciones con la naturaleza, con la sociedad y con los demás hombres, tiene precisamente por función, opuestamente a la ciencia, disimular las contradicciones reales, reconstituir, sobre un plano imaginario, un discurso relativamente coherente que sirve de horizonte a lo vivido de los agentes, el nivel ideológico forma orgánicamente parte, como tal, de toda totalidad social.
La ideología y la clase dominante, La función original de la ideología esta sobredeterminada por las relaciones de clases, La ideología dominante al asegurar aquí la inserción practica de los seres humanos en la estructura social, tiende al mantenimiento (la Cohesión) de esta estructura, lo que quiere decir , ante todo, la explotación y la dominación de clase. Las clases dominadas están obligadas a vivir con su relación y con sus condiciones de existencia al discurso de la ideología dominante y se toma a menudo rasgos pertenecientes a modos de vida distintos a los de las clases en cuestión y que forman parte de la vida misma de las clases dominadas. Se puede considerar el papel de la ideología dominante como un elemento decisivo en las relaciones sociales ideológicas.
La ideología y las regiones o formas ideológicas, A estas diversas regiones o formas del nivel ideológico, se las puede llamar ideologías regionales. Por ejemplo, la regios moral, jurídica, política, religiosa, económica, filosófica, estética, etc. La región del nivel ideológico que nos interesa, por concernir directamente la producción de imágenes, es la región de la ideología estética y, mas precisamente, la subregión que llamamos”ideología estética de imagen”. Tras de la exposición de estos conceptos que se hallan en la base misma de todo nuestro razonamiento, abordemos el problema de la producción de imágenes y de su relación con la ideología.
IMAGENES Y LUCHA DE CLASES: LAS CLASES SOCIALES Y LA LUCHA DE CLASES NO FIGURAN EN ELLAS.
Hemos visto que la lucha de clases es una lucha de prácticas de diversas clases, que las clases siguen no solo una práctica económica y una práctica política, sino también una práctica ideológica. El problema que se plantea es saber si se puede considerar la producción de imágenes como una práctica ideológica, como una de las numerosas prácticas o regiones del nivel ideológico.
LA IDEOLOGIA DE UNA IMAGEN NO ES SU “CONTENIDO”
Por ser la ideología un conjunto de coherencia relativa debemos aclarar si las imágenes sirven de vehículo a tales conjuntos, por lo que se puede decir que la noción de vehículo puede sugerir indirectamente que las producciones de imágenes en si no es una de las formas que reviste la ideología, sino que lleva ideologías en su seno inocente, la producción de imágenes seria entonces un vehículo de ideologías en el sentido en que la forma de la imagen albergaría ideologías entendidas como contenidos. Basta con insistir sobre el hecho de que la ideología de la imagen es una ideología propiamente “de imágenes”. Una importancia decisiva para la suerte de la disciplina de la historia del arte como ciencia hay que vencer tres dificultades mayores y estas dificultades deben concebirse como obstáculos. El primer obstáculo es la concepción de la historia del arte como historia de los artistas, El segundo obstáculo es la concepción de las historia del arte como parte de la historia general de las civilizaciones. El tercer obstáculo es la concepción de historia del arte común historia de las obras de arte.
Esquemáticamente, la ideología burguesa del arte está compuesta de los elementos siguientes:
1. Bajo la denominación arte se han reagrupado únicamente las obras consideradas como mayores. Las obras consideradas como menores son ignoradas.
2. Las obras de arte, hechas por genios creadores, representan el espíritu homogéneo de una época y la herencia de la humanidad entera. Las ideologías globales de las clases sociales son ignoradas.
3. La pareja de las nociones forma contenido, cuya forma está cargada de los valores estéticos. La relación entre los estilos y las ideologías globales de las clases es ignorada.
Sin embargo, el examen de estas variantes, de estos obstáculos, uno tras otro, nos permitirá circunscribir más estrechamente el verdadero objeto de la ciencia de la historia del arte.
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